La gente hace cosas extraordinarias por los demás, conoce a sus protagonistas y contágiate de su espíritu.
23/04/2013
El poder de las redes sociales para conectar a las personas es indudable, y hace poco tuvimos la oportunidad de leer una historia increíble en Facebook, pero esta vez, protagonizada por una perrita. Se llama Luna, una Yorkshire Terrier, y el pasado 12 de abril apareció perdida y desorientada por las calles de Paterna.
Afortunadamente, y como un ángel de la guarda, cayó en las manos de Cristina Romero y una amiga suya mientras paseaban por la calle Mayor. La artista encargada de que las mascotas de la ciudad luzcan su belleza con todo el esplendor, gracias a su trabajo en Romero’s Estilisme Cani, se hizo cargo de Luna, pensando que sus propietarios andarían cerca buscándola. Y por poco…
Tras llevarla a su tienda y dejarla reluciente, avisaron a la veterinaria La Torre para averiguar si el animal tenía incorporado el chip de identificación, y cuál fue la sorpresa al descubrir que Luna tenía dueña… ¡en Zaragoza! Tras consultar la base de datos del Registro Informático Valenciano de Identificación Animal (RIVIA) el organismo se puso en contacto con la legítima dueña de Luna, Gabriela, quien por fin pudo escuchar los ladridos de Luna después de un mes de búsqueda.
“Al ponerse en contacto conmigo, y entre lagrimas, me explicaba que hacía un mes que la había perdido y no esperaba recuperarla, pues la perdió en el polígono de Zaragoza –nos cuenta Cristina- lo que nos da a entender que algún camionero la recogería de la calle y la trasladó hasta aquí, y parecía bien cuidada”.
Al ser viernes, tuvieron que esperar hasta el lunes por la tarde para poder enviar a Luna de vuelta a casa, pero la paternera pudo disfrutar en su tienda de “la inteligencia de este animalito y su simpatía; se ha portado genial y ha puesto paz en nuestro centro de belleza para mascotas, nos la comíamos a besos”, resume la experiencia Cristina.
El martes 16 de abril por la mañana Luna ya estaba en manos de su propietaria, cansada por el viaje pero feliz de estar de nuevo con su familia, y con un regalito bajo el brazo: “le hicimos un obsequio de cortesía, una medallita a modo de cápsula para indicar la dirección y el teléfono de contacto, por si la volviese a perder”.
Con este final feliz, desde Romero’s Estilime Cani nos aconsejan que, en caso de perder a nuestro animal de compañía, comprobemos primero en una clínica o en la policía si tiene el chip; si no lo tuviera, se debe poner una denuncia en la policía como mascota perdida por si su dueño la está buscando. Si como en el caso de Luna, tiene el chip, el RIVIA se hace cargo de avisar al propietario para hacer la entrega de la mascota”, aunque esperamos que eso no llegue a ocurrir nunca.