Conoce los mejores espacios verdes y naturales para disfrutar de Paterna al aire libre.
27/03/2012
A lo largo del año, el Museo de Cerámica y la Oficina del Parque Natural del Turia de Paterna organizan multitud de actividades y salidas por los parajes verdes más espectaculares de Paterna. Una de las más multitudinarias es la que parte desde el propio museo y recorre el Parque por el mirador el Pontó o Despeñaperros, pasando por el Barranco del Rubio, la Casa Azud de la Real Acequia de Moncada y el Mirador de la Reina.
Durante 8 horas de ruta senderista, los centros de producción cerámica de las Ollerías Mayores y Menores son los primeros enclaves de la visita. Estos antiguos barrios de Paterna concentraban todos los hornos cerámicos del municipio, de los que ya tan solo queda un muro cubierto por la maleza en la zona del molino del Testar.
Siguiendo el cauce de la Real Acequia de Moncada se alcanza el mirador el Pontó o Despeñaperros, frente al polígono de Fuente del Jarro, con unas vistas privilegiadas del Turia y sus senderos. Además, cuenta con un jardín botánico con variedades de la zona como el espino negro, la salvia sedosa o el pino, y un merendero para retomar fuerzas durante la marcha.
Desde este cerro es posible descender hasta el propio parque fluvial, donde las cañas y la vegetación de ribera pueblan sus márgenes. Por sus senderos también abundan los ciclistas, que recorren el cauce para disfrutar de unos estupendos recorridos naturales. Por ello hay que estar atento y andar con cuidado para evitar a los que pedalean más rápido de la cuenta.
Moluscos en el Turia
Hace más de 20 millones de años el mar cubría el paraje del Parque Natural, y de aquella época, el Mioceno, aún es posible encontrar fósiles de ostreidos marinos como este en el margen del rio Turia. Estos moluscos prehistóricos se encuentran semienterrados en los taludes que se elevan a lo largo de los paseos del Parque, y son una huella de un valor incalculable que deben contar con el mayor respeto y cuidado por parte de todos los visitantes.
Continuando en dirección Riba-Roja del Turia, y antes del primer codo del río, se encuentra un puente que permite cruzar la acequia y acceder a la pasarela de la A-7. Desde este punto, la marcha permite continuar por el Barranco del Rubio, que a finales de año se encuentra tapizado por el musgo, y recorrer su cauce es toda una delicia cuando los rayos del sol intentan hacerse hueco entre el follaje. A su salida, el camino que queda a mano derecha conduce a la Casa Azud de la Real Acequia de Moncada, custodiada por Isaac, el celador-guarda-tornero que se encarga de mantener este espacio emblemático donde el Turia presta sus aguas a la huerta valenciana.
La casa del agua
Dejando el espectáculo del Barranco del Rubio, la senda nos conduce hasta la Casa Azud de la Real Acequia de Moncada, donde los 12 síndicos se reúnen una vez al año para conmemorar las antiguas reuniones en las que se establecía el reparto de agua entre las poblaciones de la comarca de l’Horta. La riada del 57 destruyó la casa que se encontraba justo encima del cauce, y en julio de 1960 se inauguró el complejo actual. El azud es la elevación del suelo del rio que permite frenar la velocidad del agua, y una gran puerta mecánica se encarga de recoger el agua del Turia para desviarla por los 70 kilómetros de acequia que riega los campos del levante valenciano. Junto a la casa se encuentra la zona de ocio conocida como la Presa, que cuenta con paelleros y espacio verde recreativo para todas las edades.
La última parada antes de regresar a la Canyada es el Mirador de la Reina, que ofrece las últimas vistas sobre el río a la altura de la presa de Manises. El lecho de pinocha invita al descanso y a contemplar la puesta de sol en uno de los parajes más bellos que Paterna puede ofrecer en plena naturaleza