Cine, teatro, música, fotografía… disfruta de cualquier disciplina en Paterna.
05/10/2011
Ibu Bassan en sus crónicas bélicas ya mencionaba a Paterna en el 1064, antes de que Jaume I culminara la Reconquista que acabaría con el Llibre del repartiment, en el que nuestro municipio fue concedido al noble Artal de Luna junto con la alquería de Manises.
La revuelta social de las Germanías contra la nobleza en 1521 acabó con la industria alfarera de Paterna, y la expulsión de los moriscos sepultó el auge económico. Por aquel entonces, la población musulmana superaba en el millar a la cristiana; de ahí que su herencia nos haya llegado con el Calvario (la antigua fortaleza del Alcázar), la Torre mudéjar, los vestigios del cementerio en la zona del Alborxí, una cisterna medieval que se perdió en 1960 bajo los cimientos del museo, y la mezquita donde ahora se levanta la iglesia de San Pedro.
Las murallas que cerraban el alcázar se han perdido en su gran mayoría con el auge urbanístico, pero como curiosidad, el comercio de Electrodomésticos Guillot de la calle Castell guarda en su interior un acceso a la piedra original.
Durante el recorrido también fueron protagonistas las cuevas de Paterna, que originariamente se extendían por siete zonas diferentes, de las que ahora solo quedan dos (las de la Torre y las del Batà). Sin embargo, estas se ubicaban también en la zona de Alborxí, la calle Godella y de la Mina y en la zona del Arrendado. En 1911 el Padre Sucías Aparicio ya documentaba en un croquis el ensanche del núcleo urbano hacia Campament, tras la creación en el XIX de las nuevas zonas burguesas de esparcimiento que enterraron las cuevas de esta zona con los chalets que todavía sobreviven hoy en día en esta zona, como el del Teniente Cortina.
Otro de los espacios más interesantes pero menos accesible es el pasadizo subterráneo que conecta el Calvario con el Palacio. Descubierto a principios del siglo XX, en la actualidad se sustenta sobre arcos, pero en su época musulmana tan solo estaba excavado sobre la tierra.
Y de la tierra del subsuelo a la cerámica medieval. El Museo de Cerámica fue otra de las paradas para el grupo, coincidiendo con la exposición que el centro acoge sobre la cerámica verde y manganeso. La muestra recoge un ingente compendio de piezas descubiertas en el municipio con motivos musulmanes y cristianos, en las que la intensidad del cobre decoraba vasijas, platos y lámparas.
Si quieres descubrir tú mismo el patrimonio histórico de Paterna, la Oficina de Turismo de Paterna organiza habitualmente recorridos por los hitos más importantes del municipio. Acércate y aprende más sobre la historia de la Villa del Foc, la Festa y la Fe.